miércoles, 25 de abril de 2018

4.Viajes

Como ya vimos, el imaginario colectivo ha categorizado al oasis como un lugar asociado al viaje y la aventura. El desierto es una especie de prueba, un tablero de dificultades cuyas casillas de salvación son los oasis.
Este poema del chileno Vicente Huidobro, escritor cosmopolita, padre del creacionismo, iguala las connotaciones del desierto y sus oasis al de otros nombres geográficos de resonancias míticas y a la vez tópicas.




Expres

Una corona yo me haría
De todas las ciudades recorridas
Londres Madrid París
Roma Nápoles Zurich

Silban en los llanos
Locomotoras cubiertas de algas

Aquí nadie ha encontrado

de todos los ríos navegados
Yo me haría un collar

El Amazonas El Sena
El Támesis El Rin

Cien embarcaciones sabias
Que han plegado las alas

Y mi canción de marinero huérfano
Diciendo adiós a las playas

Aspirar el aroma del Monte Rosa
Trenzar las canas errantes del Monte Blanco
Y sobre el Zenit del Monte Cenis
Encender en el sol muriente
El último cigarro

Un silbido horada el aire
No es un juego de agua

Adelante

Apeninos gibosos
Marchan hacia el desierto

Las estrellas del oasis
Nos darán miel de sus dátiles

En la montaña
El viento hace crujir las jarcias
Y todos los montes dominados
Los volcanes bien cargados
Levarán el ancla.

               (Vicente Huidobro)






Puedes leer más poemas de Vicente Huidobro pinchando AQUÍ.

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